El macedonio
Alejandro, al tomar Menfis, pasó en dirección a consultar al oráculo de Amón en
el oasis de Siwa cuando vio en el pequeño puerto de Raked et sobre el
332-331 a.c una buena zona para establecer una ciudad, la cual se hizo según
los planos del arquitecto Dinócrates de Rodas, se fundó de esta manera
Alejandría.
El fuerte Qait bey
Al extremo de la isla de
faros, en el lugar donde ahora se alza el fuerte de Qait Bey, se erguía, con
sus 120 metros de altura, el faro de Alejandría. El puerto se dividió en dos,
ya que la isla fue conectada a tierra mediante un dique denominado
"Heptastadium".
El Faro se construyó por
Sócrates de Cnido para Ptolomeo II Filadelfo (280 ac).y resultado de la
superposición de tres partes de planta respectivamente cuadrada, octogonal y
redonda.
Se necesitaba alguna
señal elevada y luminosa para todos aquellos que desde alta mar navegaban por aquellos
lugares, a fin de que pudieran enfilar con seguridad la entrada al puerto.
El Faro de Alejandria
Su cima estaba equipada
con espejos metálicos para señalar su posición reflejando la luz del sol; y por
las noches, a falta de luz, se enciende una hoguera. Estrabón decía que el
fuego que se mantenía encendido en la cima de la torre era visible a 100
millas.
Las leyendas nos cuentan
como el misterioso espejo era también usado para detectar y quemar buques
enemigos antes que estos pudieran dar alcance al puerto.
Para acceder a la entrada
existía una rampa abovedada larga. De allí, una escalera espiral que llevaba a
las muchas cámaras que tenía y usadas quizás por bestias de carga para llevar
combustible al tercer piso donde el fuego se quemaba en la cúspide.
Gracias a un viajero
árabe llamado Abou-Haggag que en el año 1166 d. C visitó el Faro, tenemos una
rica información que nos describe con bastante precisión la estructura que
ayudó a los arqueólogos modernos a reconstruir el monumento.
Entre los diversos
escritos entre los años 320 y 1303 de nuestra era, se cuenta que en el año 796,
el Faro perdió su piso superior y 100 años después, el gobernador de Egipto,
Ibn Tulun (868-884), construyó una mezquita abovedada en la cúspide.
Entre el año 950 y 956,
las grietas empezaron a aparecer en las paredes y la torre perdió unos 22
metros de altura. En el año 1261 un terremoto la volvía nuevamente a dañar,
cayendo parte de su estructura, aunque en el año 1272 el sultán Salah al-Din
Yusuf (Saladino) hizo un trabajo de restauración.
El 8 de agosto de 1303 un
violento terremoto agitó la zona mediterránea oriental. Los violentos temblores
se sintieron en Grecia, el Levante y Delta de Nilo. Alejandría fue una de las
ciudades más desfavorecidas por el terremoto como señaló Ibn Tagribardi:
"Los príncipes a cargo de fundaciones religiosas pasaron largo tiempo
reparando los daños infligidos en las escuelas, mezquitas e incluso el
Faro".
Ibn Battutah
En el año 1326, el
viajero árabe Ibn Battutah, pasó por primera vez por Alejandría y escribió que
él subió a la rampa que llevaba a la entrada de la torre. Al volver en 1349, el
faro estaba completamente en ruinas. Permaneció así abandonado durante un siglo
hasta que el sultán Mameluco, Quaitbay, decidió fortificar la defensa de
Alejandría para lo cual construyó una fortaleza sobre las ruinas del mismo
Faro, usando parte de la piedra caída y el mármol blanco que pudo rescatar , es
ahora el que conocemos como “Fuerte de Qait Bei”.
Un investigador alemán,
llamado Herman Thiersch, nos ha ayudado a imaginar el faro mediante el estudio
de las fuentes de información existentes y las monedas, terracotas, y ciertos
mosaicos romanos en Libia y Jordania, donde estaba representada la imagen del
faro. Todo ello lo recopiló en un libro llamado "Faros" de 1909 y que
ha servido como una referencia para todo estudioso de esta maravilla de la
antiguedad.
La misión arqueológica
que empezó a rescatar las ruinas del faro en 1994, bajo los auspicios del
Centro de Estudios de Alejandría, ha logrado extraer y clasificar hasta la
fecha más de 3.000 objetos (esfinges, estatuas de otro tipo, columnas y bloques
de piedra) pertenecientes a distintas épocas (faraónica, tolemaica y romana).
Habida cuenta de la
situación y las características de los pesados bloques de granito sumergidos,
los científicos tienen la convicción de que son vestigios del famoso Faro de
Alejandría. Aunque algunos de esos bloques, una vez recuperados y restaurados,
se han expuesto al público en un teatro al aire libre de la ciudad, los
arqueólogos tienen previsto dejar los demás donde se encuentran y crear un
parque arqueológico submarino para preservar in situ estas reliquias del
pasado.
Cabeza de Ptolomeo II
El francés Frank Goddio,
descubridor del galeón San Diego, ha logrado revisar la topografía del puerto
antiguo con ayuda de un sofisticado material y un equipo de buceadores
expertos. También detectó un suelo enlosado, columnas derrumbadas, diversos
bloques y estatuas gracias a las excavaciones intensivas que lleva efectuando
desde 1995.
Por su parte, el Centro
de Estudios Alejandrinos, creado por Jean-Yves Empereur (CNRS) en 1990, ha
descubierto junto al fuerte de Qa-itbey, enormes bloques de granito que podrían
proceder del famoso faro de Alejandría. Además en 1995 sacó a la superficie el
busto monumental de un Tolomeo con atuendo de faraón. Por último, se han
identificado en alta mar restos de barcos antiguos.
Arsínoe
La primera estatua
rescatada 20 años antes está expuesta en el museo marítimo de la ciudad y se
creía al principio, corresponder a una diosa. Sin embargo se ha podido
verificar que las dos estatuas corresponden a un mismo estilo y podrían ser las
que flanqueaban la entrada del faro. Estas se han identificado como la de Ptolomeo
II y su esposa Arsínoe.
Poco a poco se va
desvelando el misterio de esta impresionante construcción que debió dejar
estupefactos a más de un viajero.