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lunes, 19 de diciembre de 2011

Alimentación, salud y Leonardo da Vinci

Vegetariano, higienista...Sus manuscritos revelan sus proyectos para la automatización de las cocinas y de las recetas medicinales. En las hojas de estudio para Leda y el cisne o sobre la Profecía del vuelo, figuran listas de compras: vino y pan, huevos y champiñones, menestra y ensalada, pero también "carne" y "pollo"...
"El hombre y los animales no son más que un paso y un canal para alimentos, una sepultura para otros animales, un albergue de muertos, que mantienen su vida gracias a la muerte de otros, una vaina de corrupción" (Códice Atlanticus, 207 v.). Leonardo utiliza este tipo de expresiones para referirse a aquellos que hablan sin crear nada concretamente: "Mira, hay muchas personas que podrían considerarse simples canales para los alimentos, productores de estiércol, que llenan letrinas porque no tienen ningún otro fin en este mundo" (Códice Forster III, 74 v.). Más aterrador todavía, a propósito de las moscas: "Los hombres saldrán de las tumbas transformados en pájaros y asaltarán a otros hombres para robarles el alimento hasta de sus propias manos y mesas" (Ms. I, 64 r.).
"Son muchos los que nunca llegarán a nacer". En sus profecías, se indigna de la crueldad del hombre hacia los animales: "Corderos, vacas, cabras y otros animales similares: a muchos de ellos, les robarán las crías, les cortarán la garganta y los despedazarán de la forma más bárbara". Y también: "Huevos que una vez comidos no darán pollitos: ah, son muchos los que nunca llegarán a nacer" (Códice Atlanticus, 1.033 r.).
Estas imprecaciones han contribuido a forjar la convicción de que Leonardo era vegetariano, corroborada por una carta de Andrea Corsali dirigida de las Indias a Giuliano de Medici (publicada en 1516): "No viven de alimentos que contengan sangre, y no se permiten entre ellos dañar a ningún ser animado, como nuestro querido Leonardo de Vinci". Recordemos, no obstante, que Leonardo practica la vivisección y que compra carne. Aplica además las mismas metáforas a los frutos de la tierra: "Nueces, olivas, bellotas, castañas y demás frutos...muchos hijos serán arrancados de los brazos de su madre, con golpes despiadados y los lanzarán mutilados al suelo" (Códice Atlanticus, 393 r.).
"Salud" y bienestar. "Disecaba cuerpos de criminales en las escuelas de medicina, impasible ante ese trabajo inhumano y repulsivo" (Paul Jove, Vida de Leonardo da Vinci). Sin embargo, a pesar de sus incomparables estudios anatómicos, Leonardo sigue muy alejado de la práctic y del lenguaje de la medicina. Sus notas están salpicadas de consideraciones bastante simplistas. "Es necesario que los médicos, tutores y cuidadores de los enfermos comprendan qué es el hombre, qué es la vida y qué es la salud, cómo puede mantenerse gracias a la paridad o a la armonía de los elementos e igualmente cómo su desacuerdo provoca su ruina y su destrucción, y que los remedios, cuando se utilizan bien, devuelven la salud a los enfermos" (Códice Atlanticus, 730 r.).
Al contrario: "Los médicos viven de los enfermos. Los hombres llegarán a un estado de tal malada que se aprovecharán de sus sufrimientos o de la pérdida de su verdadera riqueza, la salud".
En la "biblioteca" de Leonardo se menciona un Tratado de conservación de la salud. Y en el Códice Atlanticus, 213 v., dieciséis versos "médicos":
"Si quieres tener salud, sigue este régimen:
no comas sin tener ganas y cena ligero;
mastica bien y procura que lo que recibas en ti
esté hecho y sea simple.
Quien toma medicinas se hace daño.
Guárdate de la cólera y evita el aire pesado;
mantente derecho al levantarte de la mesa y no cedas al sueño del mediodía.
Sé sobrio con el vino, tómalo con frecuencia en poca cantidad,
pero no fuera de las comidas, ni con el estómago vacío;
y no estés impaciente por acudir a los lugares de ocio.
No te acuestes sobre el vientre ni con la cabeza baja
y tápate bien por la noche.
Descansa la cabeza y mantente alegre,
huye de la lujuria y respeta tu dieta".
La moral de Leonardo es de una simplicidad desconcertante: "Igual que el alimento tomado sin apetito es perjudicial para la salud, el estudio sin deseo altera la memoria".

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